Hace 5 años, unos días antes del 5 de agosto, todo parecía dispuesto para que el candidato del PRI, Jorge Hank Rhon, resultara electo como gobernador de BC. Una campaña política abrumadora, y la compra descarada del grueso de la población juvenil con barriles de cerveza y conciertos, entre otras cosas, le respaldaban.
Pero ocurrió entonces que la gente salió a votar.
Este 2012, el tablero está dispuesto, pero las piezas están por moverse. Quizá seamos los ciudadanos peones de un escalofriante juego operado a un nivel que va más allá de la comprensión, pero hasta el más poderoso necesita nuestro voto. Conoce tan bien su valor que está dispuesto a pagar por él.
Hagamos uso de ese derecho tan codiciado: salgamos a votar. Apliquemos el voto útil. Aleccionemos al PRI nuevamente y reiteremos que el voto no se compra.
Votemos por Andrés Manuel López Obrador, la única opción, pero también la más sólida, para impedir el regreso del PRI.
Indecisos, fieles partidistas o a quienes el prejuicio les nubló la razón y no tienen oídos para escuchar un proyecto de nación largamente explicado y cuestionado: esto no se trata de aceptar a Andrés Manuel como el mesías y salvador, sino de unirse aferrados a un mismo pensamiento: EL PRI NO DEBE REGRESAR A LOS PINOS.