Contenida en su frasco de café, su colección de hojas no excede las estrellas que afuera, en el espacio, ha contado. Estrellas que a la llegada del invierno le esperan, convocando soñadoras a voltearlas a ver. Ella parte en otoño, parte al caer... parte es mi culpa: la he llamado.
¡Pero mira como caen las hojas en el río! ¡Mira como caen por ver a Luna partir! Cuando caen son como samba, se sacuden y oscilan graciosamente... flotan en el agua unos segundos y luego bajan a buscarla. Entonces emerge Luna de aquel río, y se abriga con el manto de hojas escarlatas y doradas. En su cabello rojo atardecer, roble en sus pupilas, miel en sus labios, y en su nariz... uno de esos olores que dan nostalgia, ¿lo recuerdas? 2 sensaciones más para el camino.
Los abedules truenan, el pólen se dispera y el río calla. Desnuda, pequeña y con -8 años de vida, Luna emprende su viaje a la tierra....
¡Pero mira como caen las hojas en el río! ¡Mira como caen por ver a Luna partir! Cuando caen son como samba, se sacuden y oscilan graciosamente... flotan en el agua unos segundos y luego bajan a buscarla. Entonces emerge Luna de aquel río, y se abriga con el manto de hojas escarlatas y doradas. En su cabello rojo atardecer, roble en sus pupilas, miel en sus labios, y en su nariz... uno de esos olores que dan nostalgia, ¿lo recuerdas? 2 sensaciones más para el camino.
Los abedules truenan, el pólen se dispera y el río calla. Desnuda, pequeña y con -8 años de vida, Luna emprende su viaje a la tierra....
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